domenica 15 giugno 2014

Una mujer defendiendo que el sexo heterosexual sea normal es hiper-sexualizada y apoya la cultura de la violación, protesta semidesnuda etiquetando todos los hombres como violadores, cara

Abigail Pereira Aranha
como Silvia Vecchini

Valentina Nappi intenta dar una pequeña contribución en contra de la violencia de género vivindo el sexo casual como algo normal y cotidiano, que se practica con la misma facilidad y despreocupación con la que se bebe un café. Penso en las provocaciones constantes de Valentina en Facebook y me doy cuenta de que no vemos que el sexo heterosexual es violación y falta de respeto del cuerpo de la mujer. Existe la cultura de la violación porque nosotros, que no tenemos problemas para ver y interpretar correctamente los hechos, no creemos que ella realmente existe. Después de todo, nunca oímos hombres en un bar o un autobús en una charla diciendo que una mujer quiere decir "sí" cuando dice "no". Y nunca hemos escuchado de violadores sendo bienvenidos en la cárcel.

Según el sitio web del Centro de la Mujer de la Universidad de Marshall, "la cultura de la violación es un ambiente donde la violación es frecuente y donde la violencia contra las mujeres se normaliza y justificada por los medios de comunicación y la cultura popular. La cultura de la violación se perpetúa a través del uso de un lenguaje misógino, la objetivación del cuerpo de las mujeres y el espectáculo de la violencia sexual, creando así una sociedad que ignora los derechos y la seguridad de las mujeres". Eso significa que:

  1. En una cultura de la violación, cuando sucede algo como quando un grupo de hombres violaron a dos hermanas adolescentes y luego colgó sus cuerpos de un árbol de mango en la India rural, la población partidaria de la violación protestó contra la policía al lado del árbol.
    India Deadly Gang Rape
  2. En una cultura de la violación, cuando sucede algo como quando un grupo de hombres violaron a dos hermanas adolescentes y luego colgó sus cuerpos de un árbol de mango en la India rural, los violadores son encarcelados y si policías están involucrados, son suspendidos. Después de todo, incluso en una cultura de la violación, la violación es un delito.
  3. En una cultura de la violación, un instituto que se ocupa de la economía aplicada libera un informe de investigación que el 65% de los 200 millones de habitantes en el país piensa que una mujer vestida con ropa corta merece ser violada y la midia de masa publica artículos al respecto en el que ninguno columnista defiende la misma tesis. El IPEA, en el Brasil de Carnaval, se dio cuenta de que su informe tenía un error cuando algún empleado cogió 4 artículos y observó que todos ellos están en desacuerdo con esa idea apoyada por el 65% de la gente, entonces utilizó la Distribución Binomial.
  4. En una cultura de la violación, usted dice que hay mujeres que hacen falsas acusaciones de violación y es usted quien es buscado como criminal.
  5. En una cultura de la violación, tenemos de la columna de las mujeres en sitios web de noticias a Secretaría de la Mujer en el Gobierno Federal, incluyendo el Centro de la Mujer en las universidades, pero un hombre con la intención de dar una conferencia en una universidad sobre los problemas de los hombres encuentra un bloqueo incluso para llegar en el local.

Estoy muy molesta por el feminismo y las feministas. Pero, por un tiempo, vamos a ser feministas. Podríamos asumir que "toda relación heterosexual es violación" (Catherine MacKinnon), pero podemos poner fin a la cultura de la violación, siguiendo una sencilla lista de tareas:

- Dar nombres chocantes para atribuir a un grupo social en su conjunto, como si fuera la norma, sucesos anormales tristes ya condenados por este mismo grupo social. Incluso lesbofeministas se sorprendieron cuando supieron que las violaciones en Brasil fueron más de 50.000 en una población de 200 millones en 2013, diciendo que la "cultura de la violación" se ha incrementado de manera que YA hay más violaciones que los homicidios. Pronto, se sorprendierán porque el feminicidio es ya más del 10% de los homicidios en general. Ah, mientras estaba escribiendo este texto, he leído un caso en otra cultura de la violación: en Arabia Saudita, una mujer murió de un ataque al corazón en una universidad sólo para mujeres porque los paramédicos, hombres, no se les permitió entrar a asistir a ella.

- Revisar y reinventar la masculinidad. Enseñe a los niños que ellos tienen "impulsos a la pasividad, mariconería, y de los deseos de ser mujeres" y las chicas que "cuanto más tonta la mujer, (...) más [hetero]sexual ella es" (SCUM Manifesto, por Valerie Solanas).

- Buscar estrategias integrales para aumentar la conciencia de la cultura de la violación. En lugar de hacer que la gente entienda que somos amigos, que somos iguales, que tenemos los mismos problemas, que no todas las mujeres están ahí para emitir juicios lapidarios contra el malo género masculino "culpable" por definición, como Valentina,

posar desnuda en Facebook con los escritos "Io no merezco ser violada" (campaña después de aquella investigación viciada por el IPEA) dirigida a TODOS LOS HOMBRES.

- No se ría ante la violación. En cambio, se ría en el Facebook cuando un hombre es golpeado, castrado o asesinado por su esposa o novia.

- Defender "mi cuerpo, mi elección" cuando una mujer elige de usar ropa corta y querer que ningún hombre la mire a tener su vagina verificada antes de la visita íntima a un traficante de drogas en la cárcel entre dos vituperios de la vida sexual de algunos hombres justos, pero llamar hiper-sexualizada y contribuyente de la cultura de la violación una mujer cuya elección es hacer porno porque ella trata el sexo heterosexual como algo natural.

Questo testo in italiano senza fumetti e foti di libertinaggio, in Men of Worth Newspaper / Concrete Paradise: Una donna difendere il sesso eterosessuale ad essere normale è ipersessualizzata e supporta la cultura dello stupro, protesta seminuda etichettando tutti gli uomini come stupratori, cara, http://avezdoshomens2.blog.com/2014/06/15/una-donna-difendere-il-sesso-eterosessuale-ad-essere-normale
Questo testo in italiano con fumetti e foti di libertinaggio, in Periódico de Los Hombres de Valía / Paraíso Tangible: Una donna difendere il sesso eterosessuale ad essere normale è ipersessualizzata e supporta la cultura dello stupro, protesta seminuda etichettando tutti gli uomini come stupratori, cara, http://avezdoshomens2.blogspot.com.br/2014/06/una-donna-difendere-il-sesso.html
Eso texto en español sin chistes y fotos de putaría, en lo Men of Worth Newspaper / Concrete Paradise: Una mujer defendiendo que el sexo heterosexual sea normal es hiper-sexualizada y apoya la cultura de la violación, protesta semidesnuda etiquetando todos los hombres como violadores, cara, http://avezdoshomens2.blog.com/2014/06/15/una-mujer-defendiendo-que-el-sexo-heterosexual-sea-normal
Eso texto en español con chistes y fotos de putaría, en lo Periódico de Los Hombres de Valía / Paraíso Tangible: Una mujer defendiendo que el sexo heterosexual sea normal es hiper-sexualizada y apoya la cultura de la violación, protesta semidesnuda etiquetando todos los hombres como violadores, cara, http://avezdoshomens2.blogspot.com.br/2014/06/una-mujer-defendiendo-que-el-sexo.html
This text in English without debauchery cartoons and photos, at Men of Worth Newspaper / Concrete Paradise: A woman defending heterosexual sex to be normal is hiper-sexualized and supports rape culture, protest half-naked labeling all men as rapists, darling, http://avezdoshomens2.blog.com/2014/06/15/a-woman-defending-heterosexual-sex-to-be-normal
This text in English with debauchery cartoons and photos, at Periódico de Los Hombres de Valía / Paraíso Tangible: A woman defending heterosexual sex to be normal is hiper-sexualized and supports rape culture, protest half-naked labeling all men as rapists, darling, http://avezdoshomens2.blogspot.com.br/2014/06/a-woman-defending-heterosexual-sex-to.html
Texto original em português sem desenhos e fotos de putaria, no A Vez das Mulheres de Verdade: Uma mulher defendendo que o sexo heterossexual seja normal é hiper-sexualizada e apoia a cultura do estupro, proteste seminua rotulando todos os homens como estupradores, querida, http://avezdasmulheres.blog.com/2014/06/15/uma-mulher-defendendo-que-o-sexo-heterossexual-seja-normal
Texto original em português com desenhos e fotos de putaria, no A Vez dos Homens que Prestam: Uma mulher defendendo que o sexo heterossexual seja normal é hiper-sexualizada e apoia a cultura do estupro, proteste seminua rotulando todos os homens como estupradores, querida, http://avezdoshomens.blogspot.com/2014/06/uma-mulher-defendendo-que-o-sexo.html

Seção de espetáculo da violência sexual, ops, sexo, safadeza, putaria, mulher pelada, pornografia com Valentina Nappi

Spectacle of sexual violence, ops, Sex, lust, debauchery, naked woman, pornography section with Valentina Nappi

Sección de espectáculo de la violencia sexual, ops, sexo, perrez, putaría, mujer desnuda, pornografía con Valentina Nappi

Sezione de spettacolarizzazione della violenza sessuale, ops, sesso, libertinaggio, lussuria, donna nuda, pornografia con Valentina Nappi

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Apêndice / Appendix / Apéndice/ Appendice

Che cos'è la rape culture

http://www.wired.it/attualita/politica/2014/06/11/cose-la-rape-culture-ovvero-la-cultura-dello-stupro

Pensare che una donna vestita sexy si sia meritata uno stupro, significa stare già all’ombra di quell’albero. Che cos’è la “cultura dello stupro” di cui si parla dopo i tragici fatti in India

Silvia Vecchini Silvia Vecchini

Lavora in teatro e sui social per RezzaMastrella. Scrive su Abbiamo le prove.

Pubblicato

giugno 11, 2014

India Deadly Gang Rape

Secondo il sito web del Centro Donne dell'Università di Marshall "La cultura dello stupro è un ambiente dove lo stupro è prevalente e dove la violenza contro le donne è normalizzata e giustificata dai media e dalla cultura popolare. La cultura dello stupro viene perpetuata attraverso l'uso di un linguaggio misogino, l'oggettivazione del corpo delle donne e la spettacolarizzazione della violenza sessuale, creando con ciò una società che ignora i diritti e la sicurezza delle donne."

Viviamo in un tipo di società che accetta e giustifica la violenza sulle donne, insomma. Ce ne rendiamo conto in qualsiasi momento, anche quando c'è bisogno di scomodare una cantante come Giorgia e farla denudare sotto i riflettori contro il femminicidio. Femminicidio, una parola orribile che ancora non trova la tomba del disuso. Non si capisce come sia possibile lottare contro la violenza sulle donne attraverso la nudità, per me è come cercare di combattere la cellulite con la foto di una bella carbonara. Ma la nudità serve, produce like, produce la condivisione degli intenti, e veicola anche idee politiche, come ha confermato Paola Bacchiddu sotto elezioni. Non voglio passare per bacchettona e moralista, la cosa importante qui non è cosa fare con il corpo delle donne, ma è alimentare una cultura che decida che cosa sia sbagliato ed inaccettabile. E un corpo nudo o seminudo può fare la differenza.

La rape culture esiste proprio perché non crediamo che in realtà esista. Questo è un tacito accordo legato a doppia mandata con l'immagine della donna, accettiamo la sua degradazione a oggetto e la sua ipersessualizzazione come norma. Spesso è la donna a ipersessualizzarsi per sua scelta, penso alle continue provocazioni di Valentina Nappi su Facebook. Ma Valentina Nappi ha fatto delle scelte precise sul suo corpo, e le sue provocazioni hanno anche a che fare con il suo lavoro, è un tipo di pubblicità molto economica. Pochissimo sforzo per un grande risultato.

Se parliamo di rape culture dobbiamo pensare che sia qualcosa di endemico nella nostra società, proprio perché non esiste un'ampia definizione di cosa realmente sia a livello culturale. Il ruolo che abbiamo nel propagandare una cultura che non solo permette ma giustifica la violenza sulle donne è importantissimo. "Noi possiamo fermare questa propaganda. Tutti noi giochiamo un ruolo importante nel permettere che la cultura dello stupro trovi terreno fertile ed esista" dicono le attiviste Eesha Pandit, Jaclyn Friedman, e la regista Nuala Cabral, le quali credono che si possa porre fine alla rape culture seguendo una semplice to-do list:

- Dare un nome ai problemi. Chiamare le cose coi loro nomi, ovvero "mascolinità violenta" e "victim-blaming".

- Riesaminare e reinventare la mascolinità.

- Istruire i media.

- Trovare strategie globali per diffondere la conoscenza della rape culture.

- Non ridere di fronte ad uno stupro.

Certo, sembra un po' troppo semplice risolvere il problema della rape culture con una ricetta scritta per punti chiave. Una lista che deve certo aver fatto sorridere la sociologa Camille Paglia, che si fa tutt'altro genere di domande: "Puoi tentare di insegnare alla gente a formulare dei giudizi etici. Ma puoi dire ad uno stupratore di non stuprare? C'è un'ideologia liberale là fuori, che le persone siano buone, di base. E' una versione borghese della realtà – è l' idea che il mondo intero sia come un salotto borghese e che chiunque non appartenga a questa realtà possa venire riqualificato. No, non si può! Il mondo è un posto pericoloso. E sta a te proteggerti, non soltanto dallo stupro, ma da qualsiasi cosa. La scarsa immaginazione per la criminalità mi sorprende. Il problema è l'incapacità delle donne di proiettarsi dentro la mente degli uomini. Le femministe dicono che le donne hanno il diritto di fare quello che vogliono – di fare jogging con gli auricolari e le tette ballonzolanti. Certo che ne hanno il diritto, ma è anche stupido! Io cerco di vedere con gli occhi di un criminale. Devo avere una mente criminale." Io sarei quasi d'accordo con questa visione estremista, e sarei anche pronta a seguire un corso sulle menti criminali, ma il fatto è che ogni donna ha davvero tutto il diritto di camminare per strada con il seno in bella mostra. E soprattutto è dovere di chi le viene incontro non fare commenti e non pensare che il suo abbigliamento sia un invito allo stupro.

Quando vengono lette le istanze sulle aggressioni sessuali, le prime reazioni dei media si riferiscono spesso alla provenienza di "buona famiglia" degli stupratori. Questo quando non si tratta di un aggressore straniero. In quel caso la vittima è una vittima a tutti gli effetti e lui verrà descritto semplicemente come "il rumeno" (o qualsiasi altra sia la sua nazionalità). Quando invece facciamo riferimento ad un'altra casta di stupratori, che potremo definire "stupratori borghesi", come i giovani che lo scorso ottobre hanno organizzato uno stupro di gruppo a Modena, le cose assumono connotati diversi. Secondo le femministe italiane da salotto la sedicenne stuprata a Modena ci ha svelato "l'abisso in cui siamo precipitati". In realtà quello che l'intera faccenda ha svelato è il loro di abisso, o al massimo quello degli stupratori. Finché ci si chiederà quanto corta fosse la gonnella della ragazza, quanti drink abbia bevuto alla festa e che tipo di atteggiamento abbia tenuto, non potremo mai arrivare da nessuna parte. Se il peso che ha una donna nello stupro è qualcosa di quantificabile e di cui si sente il bisogno di parlare, allora stiamo sbagliando ancora.

Se anche le paladine contro il femminicidio parlano di responsabilità della ragazza e contano i minuti che passava in bagno a mettersi un rossetto troppo acceso e i superalcolici consumati, non supereremo mai questa brutta malattia dello slut-shaming, incolpare la vittima, dire "se l'è cercata", e continueremo a lasciare che la responsabilità di un evento drammatico come uno stupro sia della donna, o peggio, "anche" della donna. Le domande giuste da farsi non sono "che vestito indossava? quanto aveva bevuto? cosa aveva detto?". La domanda è una sola: cosa fa pensare a quei ragazzi che lo stupro sia una cosa accettabile?

Ci sono campagne intere contro la violenza sulle donne che invitano ad evitare i ragazzi violenti, a lasciare l'uomo che ci prende a schiaffi, a cogliere subito tutti i segnali (come se fossero immediatamente così chiari). Ma non dobbiamo prima insegnare agli uomini a non tirare quegli schiaffi?

Parlando dell'aumento dei femminicidi in Italia Camille Paglia offre un altro tipo di analisi: ritiene infatti che dietro l'aumento di violenza contro le donne ci sia la crisi della famiglia. Secondo lei il femminicidio è l'ultima spiaggia del maschio possessivo e attorno alle donne non c'è più la rete di protezione maschile: "Un tempo - afferma Camille Paglia - se toccavi una donna italiana, sapevi che il padre o il fratello sarebbero venuti a cercarti per regolare i conti". Io non ho nessun rimpianto in questo senso. Certo, un uomo poteva proteggerti, stupendo. Forse però bisognerebbe anche dire che fino al 1981 in Italia c'era una legge che attenuava le aggravanti di un omicidio nel caso in cui si trattasse di delitto d'onore e anche un articolo del codice penale molto rassicurante che faceva riferimento al matrimonio riparatore. Diciamo che qualche passo in più verso l'emancipazione femminile è stato fatto. Ma purtroppo c'è ancora bisogno di parlare di femminismo.

Ce n'è bisogno, ad esempio, quando escono fuori commenti e tweet di un Claudio Messora, alias Byoblu, capo della comunicazione M5S che racconta pubblicamente di aver sognato di stuprare alcune ministre e di riceverne fellatio. Quello che succede se un uomo pubblico porta in classifica il rape joke è che ne sminuisce incontrovertibilmente la gravità. Dire "non ti stupro perché sei cessa" fa del machismo mussoliniano un dolce ricordo del rapporto uomo-donna. Inneggiare allo stupro, scrivere di voler stuprare una donna, scherzarci su e parlarne come se fosse un complimento alla bellezza, darsi le pacche sulle spalle tra maschietti con malcelati, intimi e solidali "vabbè, dai, scherzavano". Questa è rape culture.

Se i dati statistici non lo confermassero non sarebbe così importante. Un'indagine Istat del 2009 conferma che circa la metà delle donne in età 14-65 anni (10 milioni 485 mila, pari al 51,8 per cento) hanno subìto nell'arco della loro vita ricatti sessuali sul lavoro o molestie come pedinamento, esibizionismo, telefonate oscene, molestie verbali e fisiche. Negli ultimi tre anni sono state 3 milioni 864 mila (il 19,1 per cento del totale) le donne di 14-65 anni ad aver subito almeno una molestia o un ricatto sessuale sul lavoro. Le più colpite da questo fenomeno sono le ragazze di 14-24 anni (38,6 per cento), seguite dalle 25- 34enni (29,5 per cento). La maggior parte delle violenze sono perpetrate da estranei (59,4 per cento) o da persone che si conoscono di vista (14,1 per cento). Tra le persone conosciute bene, invece, autori di tali molestie sono con più frequenza gli amici (7 per cento), il collega (5,1 per cento) o il datore di lavoro (4,7 per cento) e il compagno di scuola (1,4 per cento). Il numero di vittime delle molestie fisiche appare fortemente diminuito rispetto a 10 anni fa. Ciò potrebbe essere imputabile ai mutamenti del quadro legislativo.

Un punto di passaggio fondamentale è rappresentato dalla legge sulla violenza sessuale del 1996, che riconosce il reato di violenza sessuale come reato contro la persona e non più contro la morale pubblica. Ma è certo che la strada è ancora lunga. Zaron Burnett nel suo articolo A gentlemen's guide to rape culture afferma: "Raramente mi sono trovato a temere per la mia sicurezza. Molti uomini sanno esattamente quello che dico. Molte donne non hanno idea di cosa si provi ad andare dovunque tu voglia nel mondo, a qualsiasi ora del giorno e della notte. Molte donne vivono esattamente l'esperienza opposta. Così come gli uomini possono godere di questo particolare lusso nel movimento e questa libertà di scelta, e per comprendere la cultura dello stupro, bisogna ricordare che questo è un tipo di libertà di cui almeno metà della popolazione non può godere."

La famosa cantante Lana Del Rey ha dichiarato al Rolling Stone di essere molto annoiata dal concetto di femminismo. "Per me – ha detto – il femminismo, semplicemente, non è un argomento interessante. Appena la gente inizia a parlare di femminismo penso, oddio. Non sono interessata. La mia idea di una vera femminista è una donna che si sente libera abbastanza da fare qualsiasi cosa di cui abbia voglia". Ha ragione, ogni donna dovrebbe essere libera di fare ciò che vuole. Il fatto è che questa libertà, questa sicurezza, dobbiamo ancora conquistarla del tutto. Devo dire che mi ritrovo molto nelle parole di Lana Del Rey. Anch'io sono molto annoiata dal femminismo e dalle femministe. Anch'io vorrei parlare di qualcos'altro, andare avanti. Ma non è ancora arrivato quel momento. Quindi, ancora per un po', ci toccherà essere femministe.

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